Dios como Guía

En este mundo que es inestable y está en constante transformación, el poder inmanente del Señor es lo único permanente y fijo. A fin de realizar lo permanente y lo verdadero, debe uno por fuerza adherirse a aquella fuente y sostén.
En este mundo que es inestable y está en constante transformación, el poder inmanente del Señor es lo único permanente y fijo. A fin de realizar lo permanente y lo verdadero, debe uno por fuerza adherirse a aquella fuente y sostén.