Aunque la Divinidad aparece en forma humana, se mueve libremente entre los seres humanos y está cerca de la gente de distintas maneras, muy pocos son capaces de reconocerla en la forma física. No es fácil reconocer la naturaleza divina en una forma meramente corporal. Se requiere de un verdadero maestro espiritual (gurú) para revelar la naturaleza real. Se ha comparado a dicho gurú con la trinidad de Brahma, Vishnú y Shiva. El devoto que considera a Dios mismo como su gurú no tendrá ninguna dificultad. Hay muchos gurús que pronuncian mantras al oído y tienden su mano para el pago correspondiente; por todo lo que hacen esperan dinero. Tales gurús son dañinos y no iluminadores.
El verdadero maestro es como un cirujano oftalmólogo, que lentamente quita la catarata del ojo del enfermo y restaura su vista natural. Así, el gurú también elimina el velo de ignorancia y apego que nubla la visión del discípulo y le restaura su natural visión espiritual.
¿Cuál es la recompensa que debemos ofrecer a tal gurú? En el día de Gurú Purnima los discípulos ofrecen su devoción y gratitud a los pies del maestro. El significado que tiene la luna llena debe ser entendido como el día en que la luna brilla en toda plenitud, sin mancha. Es un día de pureza. La luna envía sus fríos rayos a la Tierra. La luna es la deidad que controla la mente, el Gurú Purnima es real para el ser humano solamente el día que la mente brilla sin oscuridad ni ignorancia y logra la iluminación total. Observar simplemente a la luna llena en el cielo llamándola Gurú Purnima es sólo reverenciar lo externo, mientras que internamente hay un vacío. Sólo cuando hayan limpiado su corazón quitando la ignorancia, el sufrimiento, la preocupación, la ira y la envidia, podrán celebrar su propio Gurú Purnima y realizar la plenitud de su realidad.
Lleven con ustedes la experiencia divina y amplíenla
Para lograr esta plenitud tienen que cultivar amor. Deben pasar por las tres etapas de escuchar, meditar y practicar a fin de alcanzar la meta de la existencia humana. Todos deben darse cuenta de que la relación que hay entre ustedes y yo no se limita al cuerpo físico. No pasen su vida pensando exclusivamente en la relación física; el cuerpo es algo pasajero; concéntrense en el logro de lo que es permanente y está más allá de las limitaciones del tiempo y el espacio.
Aquí han visto y experimentado la Divinidad por ustedes mismos. Llévense esa experiencia y amplíenla mediante la contemplación interna.
He aquí un ejemplo: en este salón Purnachandra se han reunido miles de personas. He estado conversando con ustedes. ¿Cuánto tiempo puede durar esto? Quizá dos o tres horas; mañana todos ustedes habrán regresado a sus respectivos lugares.
Una vez que se hayan ido, el recuerdo de lo que han experimentado aquí, el discurso de Swami para ustedes y la presencia de miles de devotos en el salón estarán grabadas en su mente cuando traten de rememorar este día, será para ustedes una posesión duradera. Ello obedece a que me llevan en su mente.
Las pruebas tienen como propósito fortalecer su fe
Si consideramos las cosas desde un punto de vista exterior, el auditorio Purnachandra estará frente a ustedes durante un tiempo breve, pero deben retener permanentemente lo que han visto con sus ojos dirigidos hacia afuera. Lo que ven externamente es un fardo. Cuando lo han hecho parte de ustedes, cesa de serlo. Es como el alimento que el viajero lleva sobre su cabeza para consumirlo durante el trayecto. Mientras permanece afuera constituye una carga, pero una vez que lo ha comido, el viajante se fortalece y ya no hay peso sobre su cabeza.
En tanto estemos inmersos y ocupados en las apariencias externas, tendremos que cargar con el peso de las dudas y la debilidad de fe; no seremos capaces de no involucrarnos en cosas innecesarias. La fe es como un volcán vivo: ninguna semilla germina en él. Las dudas son como las semillas: si se multiplican, ello significa que su fe es débil e inestable; ésta es como un volcán extinto. Si su fe es fuerte, no surgirá ninguna duda. Donde hay dudas no puede haber fe. Solamente nosotros somos responsables de nuestras dudas. La Divinidad actúa simplemente como un testigo. Ella les muestra el camino de la autorrealización. Sus dudas surgen o desaparecen a causa de su karma pasado. Para realizar a la Divinidad primero tienen que liberarse de todas sus dudas. Dios los somete a varias pruebas cada cierto tiempo, pero no con la intención de castigarlos, como podrían creer. Esas pruebas tienen como propósito fortalecer su fe.
Vean sólo a Dios como su verdadero Gurú
El mismo Arjuna enfrentó una prueba a la que Krishna lo sometió la víspera de la batalla de Kurukshetra. Lo atormentaba el tener que ir en contra de sus parientes y no sabía qué estrategia adoptar. Al anochecer Krishna lo llevó a un bosque. El día languidecía en el crepúsculo; la luz del conocimiento declinaba y la ignorancia emergía. Krishna deseaba saber si Arjuna era apto para recibir la iniciación espiritual en el Gita (Gitopadesha) al día siguiente. Entonces le señaló un pájaro que estaba posado sobre un árbol y le preguntó si era un pavorreal. Arjuna respondió: “Sí, mi Señor”. “No, no; es una paloma”, observó Krishna. Arjuna dijo de inmediato: “Sí, es una paloma”. Entonces Krishna dijo: “¡Ah, compañero insensato! No es una paloma sino un cuervo”. “Sí, Swami –exclamó Arjuna–, es un cuervo”. Ante ello Krishna se expresó con las siguientes palabras: “No tienes ningún poder de discernimiento. Eres incapaz de decidir si es un pavorreal, una paloma o un cuervo y sólo dices sí a todo lo que yo digo. ¿Acaso no debieras tener un gran entendimiento?”
Arjuna replicó: “Krishna, si no se conoce Tu verdadera naturaleza se puede intentar estar de acuerdo o discrepar contigo, pero yo he comprendido la verdad acerca de Ti. Si digo que ese pájaro no es un pavorreal, una paloma o un cuervo, Tú tienes el poder de transformarlo en pavorreal, paloma o cuervo. En consecuencia, no necesito investigar qué es. Todo lo que me importa es Tu palabra, ella tiene autoridad suficiente para mí”. Cuando Arjuna demostró semejante fe absoluta en Krishna, sintió que Arjuna era apto para recibir el mensaje del Gita. Por ello le dijo: “Sé tú mi instrumento”.
Consecuentemente, el primer requisito consiste en profundizar la propia fe en las palabras del Señor. No es posible conocer al Señor mediante el conocimiento libresco o valiéndose de la inteligencia humana. Cuando el Señor viene en forma humana, sus poderes inconmensurables no pueden juzgarse considerando su edad, su estatura o su comportamiento inmaculado. Semejante juicio únicamente conducirá a una mayor incomprensión de la Divinidad.
Cuando el niño Krishna fue llevado ante su madre Yashoda y se le acusó de comer lodo, Krishna le aseguró que él no era un niño ni un muchacho desobediente y caprichoso como para ingerir lodo. Krishna le reveló entonces a su madre su divinidad. El Avatar no puede ser juzgado a partir de su edad o sus acciones.
¡Encarnaciones del amor! En este sagrado día de Gurú Purnima, tomen la resolución de purificar su mente e instalar al Señor Supremo en su corazón. Vean sólo a Dios como su verdadero Maestro Espiritual.
Sri Sathya Sai Baba
Discurso del 24 de julio de 1983
Esta Organización cree que el alma en cada uno es el alma en todos, y que el Dios que cada uno adora es el que todos adoran.
Sathya Sai Baba, discurso del 23 de diciembre de 1971