Sai Baba frecuentemente hablaba de las cualidades y la vida de Su propia madre, Ishwarama, cuando relataba historias y daba orientación a los devotos. En varios discursos, dio ejemplos de la forma en que ella lo guiaba cuando era niño, animándolo a seguir principios sagrados y una conducta respetuosa hacia los
demás, sin enemistad ni odio hacia nadie. Cada año, el 6 de mayo, se rinde homenaje a Ishwarama, la madre de Sathya Sai Baba y se celebra como el día de los niños.
A lo largo de Sus numerosos discursos, Sathya Sai Baba enfatizó el papel de los padres, especialmente de la madre, y la importancia de respetar y honrar el amor de la madre. Sathya Sai Baba subrayó que nuestra felicidad futura, la santidad del hogar y el bienestar de la nación dependen de esta relación vital de amor y respeto por la madre.
¡Encarnaciones del Amor!, no hay en el mundo cualidad más noble que el amor. Es sabiduría. Es rectitud. Es riqueza. Es Verdad. Todo está saturado de amor. Todo en el cosmos surge del amor, crece por el amor y se funde en el amor.
Cada ser humano nace del vientre de la madre. Se nutre del amor de la madre y disfruta de muchas cosas en la vida y de toda la felicidad gracias a la madre. Por lo tanto, no hay divinidad más elevada que la madre. Sin embargo, esta divinidad se relaciona solamente con el cuerpo.
El ser humano tiene que reconocer la verdad de que el alimento que nutre su cuerpo proviene del Sol. El sol hace que los cultivos crezcan. Por lo tanto, sin el Sol el hombre no podría obtener el alimento necesario para vivir.
El término Sathyam (Verdad) está formado por tres sílabas que representan la vida, el alimento y el Sol. De esto se desprende que el ser humano es inherentemente una encarnación de la verdad. Como tal, debería llevar una vida basada en la verdad. Desafortunadamente, hoy en día el hombre lleva una vida divorciada de la verdad, y en consecuencia, se convierte en víctima de innumerables dificultades. No tiene paz. Se halla siempre atormentado por muchas aflicciones.
El ser humano ha de reconocer el significado del Amor y la Verdad, que son fundamentales para su existencia. La madre representa estas dos cualidades básicas.
Muchos grandes hombres han emprendido hazañas nobles después de obtener la bendición de su madre. Gracias a las bendiciones de las madres nobles y de las esposas de grandes sabios, muchos hombres llegaron a realizar hazañas heroicas.
Shankaracharya enseñó que los hijos que no obtenían las bendiciones de su madre sufrían diversas vicisitudes en la vida. Los que sí las recibían, a menudo se liberaban del renacimiento.
Muchos hombres de almas elevadas han elogiado la grandeza y el poder de las madres. Es el principal deber de los hijos obtener las bendiciones de su madre para su bienestar en el mundo.
Sin embargo, desde el punto de vista espiritual, la obligación del ser humano es distinta, según el Vedanta. Aquí, solo hay lugar en el corazón para el amor a Dios. El afecto por la madre y la veneración hacia el padre son necesarios. Sin embargo, los padres y el preceptor son transitorios. Hasta los amigos son temporales. Sólo Dios es permanente y siempre fiel, y sólo Dios debería tener el lugar permanente en el corazón.
Utilicen el cuerpo como un instrumento divino. El cuerpo humano adquiere su carácter sagrado por ser la morada de lo Divino. Debido a que es sagrado, el cuerpo debe ser utilizado correctamente como un instrumento de lo Divino.
El ser humano tiene que desarrollar fe en Dios. Sin esa fe, la vida carecerá de sentido. El hombre no puede tener felicidad o satisfacción en la vida sin la gracia de Dios. Actualmente las personas están demasiado inmersas en asuntos mundanos. El resultado es que no tienen paz mental. “Solo podrán obtener paz de la suprema encarnación de la paz: Dios”. Él es la morada del amor infinito y la paz perdurable.
Ustedes deberían estar agradecidos con su madre por otorgarles un cuerpo que les permite cantar el nombre del Señor. El poder del nombre del Señor es incalculable. No importa lo grande que pueda ser una madre; si el hijo no tiene la gracia del Señor, no podrá lograr nada grandioso. Por esta razón, las madres siempre le oran al Señor para que derrame Su gracia sobre los hijos.
Por lo tanto, cada persona, ya sea hombre o mujer, debería respetar a los padres, instalar a lo Divino en el corazón y orar a Dios constantemente.
Es el deber de cada uno, traer buena fama a los padres. Si los hijos son buenos, dan buena fama a sus padres.
Muchas madres se preocupan por el futuro de sus hijos, si estos siguen la senda recta. Ellas temen que los hijos no tengan éxito en la vida. Antiguamente, las madres pensaban de forma diferente. Eran inmensamente felices si veían que sus hijos sentían devoción por Dios. Las hacía dichosas pensar: “Mi hijo será un buen hombre. Obtendrá buena fama”.
Incluso ahora, los padres deberían hacer el máximo esfuerzo por criar correctamente a sus hijos. Los hijos también deben venerar a sus padres, quienes les otorgaron la existencia física. Sin embargo, deben tomar conciencia de lo que le deben a Dios, quien es la base de toda vida.
Reconociendo esta doble obligación hacia las madres y hacia lo Divino, deberían redimir sus vidas viviendo provechosamente. Hay cosas incluso más grandes que la vida misma. El logro supremo es la realización de Dios.
“Ustedes usan anteojos coloreados y ven todo a través de estos anteojos. Corrijan su visión y el mundo se corregirá. Refórmense a sí mismos y entonces el mundo se reformará. Ustedes ven muchos porque buscan a muchos, no al Uno”.
Deseo que todos desarrollen fe en Dios y lleven vidas dignas.
Sri Sathya Sai Baba
Discurso del 6 de mayo de 1977
Esta Organización cree que el alma en cada uno es el alma en todos, y que el Dios que cada uno adora es el que todos adoran.
Sathya Sai Baba, discurso del 23 de diciembre de 1971