
Los días sagrados como Shivaratri o “La Gran Noche de Shiva” son observados para librarse de las malas tendencias. Las noches siguen a los días y los días suceden a las noches. Esto es un acontecimiento cotidiano. ¿Cuál es el carácter especial de La Gran Noche de Shiva? Cuando la noche precede al día de luna nueva, habrá una oscuridad total afuera en todas partes y el corazón estará lleno de refulgencia brillante en esta noche sagrada. El significado es que, aunque el mundo entero esté oscuro afuera, si uno mantiene su corazón lleno de pensamientos divinos, estará lleno de refulgencia.
El propósito de mantenerse despierto en esta noche es mantenerse en la conciencia de la Divinidad. Es necesario permanecer despierto la noche entera con el nombre de Dios en la lengua sin cesar. Sin embargo, las personas tienden a darle más importancia al aspecto de mantenerse meramente despiertas durante toda la noche de una forma u otra. Pasan la noche viendo películas de cine o dedicándose a otras actividades impías tales como jugar a las cartas. Éste no es el modo correcto de observar Shivaratri. También es costumbre hacer ayuno renunciando al alimento habitual. El modo correcto de pasar la noche es la recordación constante de el Ser Interno cantando el Nombre del Señor.
Avanzar con éxito en el viaje de la vida es como conducir un auto de manera segura. Esto requiere de una comprensión correcta del manejo del interruptor, el volante, las velocidades y los frenos. Quienes practican la Conducta Recta y dicen la Verdad siempre, con el transcurso del tiempo, se vuelven Divinos. Ellos se funden en la Divinidad así como el río se funde en el océano. La Verdad y la Rectitud son la base de la existencia humana. Nadie debe pensar que es difícil adherirse a la Verdad. De hecho, es más fácil decir la verdad, mientras que se requiere mucha astucia para decir una mentira y sostenerla.
Dharma (la Rectitud) es la base de la vida humana. Su importancia no es comprendida, así como las personas que miran el fruto de un árbol no reconocen las raíces de las que el árbol y sus frutos obtienen su sustento. El árbol ha crecido debido al agua suministrada a sus raíces. Las personas quieren disfrutar los frutos de la vida sin regar las raíces de la Rectitud que nutre al árbol de la vida. El Bhagavad Gita habla acerca de renunciar a los frutos de las propias acciones. El Karma es el árbol y el fruto que ven en el árbol es el resultado del karma de ustedes.
Tomen, por ejemplo, su cuerpo. ¿Cuántos de ustedes son conscientes del milagroso funcionamiento de los innumerables órganos dentro del cuerpo? Todos deben comprender cómo funcionan los órganos como el corazón y asegurarse de no hacerlos realizar un esfuerzo excesivo. El corazón y los pulmones están desempeñando sus funciones en forma incesante y regular con precisión rítmica. Todos los miembros están cumpliendo sus funciones de un modo ordenado, aparentemente de acuerdo a la máxima del Gita “Sólo tienes derecho a cumplir con tu deber”. Ellos están llevando a cabo sus respectivos deberes sin pensar en la recompensa. Ésta es, en verdad, la lección que deben aprender del modo en que obra la Naturaleza. Bien se ha dicho: La Naturaleza es el mejor maestro. Miren la forma en que funciona el corazón; la sangre impura viene a través de un canal, es purificada y bombeada a todas las partes del cuerpo a través de otro canal. Éste es el proceso mediante el cual el cuerpo se mantiene fuerte y sano. Así es como obra la Divinidad. Digan lo que digan los médicos, las maravillosas actividades que tienen lugar dentro del cuerpo en forma incesante y automática son manifestaciones del poder de la Divinidad.
Hoy en día las personas no comprenden el significado interno de algunos de los rituales practicados por los antiguos y preservados aún hoy. Han sido prescritos con fines específicos y están llenos de significado. Son para lograr la pureza física, mental y espiritual.
En este contexto, Me gustaría relatar un incidente. El nieto de un anciano observó cómo éste último sorbía unas gotas de agua de su palma después de pronunciar un mantra. El niño, que estaba mojando su pluma cada tanto en un tintero para hacer su tarea, le preguntó a su abuelo por qué bebía el agua en pequeñas gotas en lugar de beberla toda de un solo trago. El abuelo le preguntó por qué estaba mojando su pluma en el tintero con frecuencia en lugar de derramar la tinta sobre el papel. Así como la pluma tiene que ser mojada para escribir unas pocas palabras a la vez, el agua tiene que ser bebida con las palabras del mantra cada vez. El niño aprendió una buena lección del ejemplo de su abuelo.
Deben tener plena fe en Dios y no permitir que nadie la perturbe. Si un ateo les pregunta por qué creen en Dios, deben decirle con firmeza que no es asunto suyo el cuestionar la creencia del devoto, que éste es un asunto puramente personal entre el devoto y su Dios. Nadie tiene derecho a cuestionar la creencia de otro ser humano.
El modo en que Dios obra quizás no sea fácil de entender. Sin embargo, todo lo que Dios hace sólo se debe a Su ilimitado amor para ayudar a los devotos. Algunos no entienden esto y le atribuyen parcialidad a Dios. Esto se debe a su ignorancia. Los verdaderos devotos no deben dar lugar a tales dudas y minar su fe en Dios. Ellos siempre deben esforzarse por buscar al Uno Divino en los muchos.
Los científicos emplean todo tipo de instrumentos y declaran que no han encontrado a Dios en ninguna parte. Sin embargo, los santos, mediante su visión interna, ven a Dios en todas partes. Ellos usan el poder del mantra para ver a Dios; ven a Dios a través del lente del Amor.
Cuando alguien les pregunte “¿Puedes mostrarme a Dios?”, ustedes deben responder: “Tú eres Dios; por eso es que puedes hablar y actuar”. ¡No hay nada en el mundo que no sea Dios! Para conocer la Divinidad deben conocer lo sagrado dentro de ustedes. Si tienen sal en su boca, no podrán saborear nada que sea dulce. Sólo cuando desechen la sal y se laven la boca podrán experimentar el sabor de lo dulce. Los deseos mundanos son como la sal. Deséchenlos. Entonces podrán realizar la Divinidad. Deben desechar las malas cualidades de los celos, el odio y la ira y despojarse del ego. Si rectifican sus defectos y limpian su corazón, podrán tomar conciencia de que Sathya y Dharma son la base de su vida. Éste es el Principio Vital y con él podrán llevar una vida útil. Utilizando su inteligencia como un látigo y la mente como el yugo, pueden conducir el carruaje de la vida, con los sentidos como los caballos, hasta el destino correcto.
Deben comprender su Dharma, sin el cual no podrán actuar en forma correcta. Ustedes son los amos, con el intelecto y la mente como sus instrumentos. Puede compararse a la mente con la Luna y al intelecto con el Sol. Cuando el cielo está nublado en la estación de lluvias, las nubes oscuras ocultan la luna de nuestra vista. De un modo similar, su mente puede estar nublada por malos pensamientos. Sin embargo, cuando entra en juego el intelecto discernidor representado por el Sol, ustedes tienen la refulgencia que disipa la oscuridad. El ser humano es diferente de los animales cuya columna vertebral está horizontal. El humano puede permanecer erguido sobre sus dos piernas. Los animales tienen instintos pero no tienen mente ni intelecto. El ser humano tiene el poder de discernir entre lo bueno y lo malo.
¡Encarnaciones del Amor! Purifiquen su mente. Desechen los celos y el odio. Cantar el nombre de Dios les conferirá bienaventuranza. Ustedes no pueden entender los sentimientos internos de dicha que produce cantar el nombre Divino. Deben identificarse con las vibraciones divinas que son como ondas eléctricas que crean una energía ilimitada.
“Sean humanos”
La palabra “human” (humano) está llena de significado:
- La ‘H’ significa “valores humanos elevados” (high human values).
- La ‘U’ significa “comprensión de la santidad humana” (understanding human sanctity).
- La ‘M’ significa ser “conscientes del propio deber” (mindful of one’s duty).
- La ‘A’ significa “Ananda” (bienaventuranza)
- La ‘N’ significa el “nombre de Dios”.
Por lo tanto, deben seguir cantando el nombre de Dios repetidamente durante toda esta preciosa noche.
Sri Sathya Sai Baba
Discurso del 10 de marzo de 1994